viernes, 25 de octubre de 2019

La invasión de la isla de Granada

Tal día como hoy 25 de octubre de 1983, al amanecer, ejército e infantes de marina de los Estados Unidos, transportados en avión y apoyados por helicópteros de combate, invaden la isla caribeña de Granada y se apoderan de los dos aeropuertos del país tomando prisioneros a cubanos y soviéticos, por órdenes directas del Presidente Ronald Reagan, después de que durante un sangriento golpe de estado llevado a cabo por asesores militares cubanos, se ejecutara al Primer Ministro Maurice Bishop, y al menos a 13 de sus colaboradores.

Este acto sorprende y conmueve al mundo y horas más tarde, llegarán a la isla 300 soldados de otros seis países del Caribe para apoyar la operación. La invasión de la ex colonia inglesa indigna a la Primera Ministra británica, Margaret Thatcher, que la noche anterior habló personalmente con el Presidente Reagan para tratar de disuadirlo de la acción militar.

El Pentágono, asimismo, expresó un "sentimiento de indignación", ya que el Reino Unido se había negado a cooperar en la invasión a pesar del apoyo que le brindó EE.UU. el año anterior, durante la Guerra de las Malvinas.

La invasión, fue la primera gran operación realizada por el ejército de EE. UU. desde la Guerra de Vietnam y la lucha continuó durante varios días y el número total de efectivos estadounidenses alcanzó unos 7000 junto con 300 hombres de la OECS.

Las fuerzas invasoras encontraron unos 1500 soldados granadinos y unos 700 cubanos, la mayoría obreros de la construcción. Sin embargo algunos de estos "obreros de la construcción" eran supuestamente según los estadounidenses destacamentos de las fuerzas especiales cubanas e ingenieros militares.

Fuentes oficiales de EE. UU. afirman que los defensores estaban bien preparados, bien posicionados y opusieron fuerte resistencia, hasta tal extremo que los EE.UU. tuvieron que pedir dos batallones de refuerzos,los cuales recibieron bajas debido a la resistencia. No obstante, la total superioridad naval y aérea de las fuerzas invasoras y preparación — incluyendo helicópteros de ataque y artillería naval de apoyo — resultaron ser decisivas contra los soldados granadinos y los cubanos.

Las fuerzas de EE.UU. sufrieron 19 víctimas mortales y 116 heridos. Granada sufrió 45 muertes militares y, también, al menos 24 civiles, junto con 358 soldados heridos y Cuba tuvo 25 muertos en acción, con 59 heridos y 638 tomados prisioneros.

Un grupo de estudio del Congreso concluyó, que la invasión había sido justificada, ya que muchos miembros pensaban que los estudiantes podían ser tomados como rehenes, igual que los diplomáticos estadounidenses en Irán cuatro años atrás. En conjunto la invasión produjo un sentido orgullo del ejército en el público estadounidense.

Granada formaba parte de la Mancomunidad Británica de Naciones y  -  tras la invasión - pidió ayuda al Reino Unido y Canadá, que entre otros, se opusieron a esta. La Primera Ministra Británica Margaret Thatcher se opuso personalmente y su Secretario de Exteriores, anunció a la Cámara de los Comunes el día antes de la invasión, que no tenía conocimiento de ninguna intervención de los EE. UU, ya que  Ronald Reagan, Presidente de los Estados Unidos, le aseguró que la invasión no se contemplaba.

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