Tal día como hoy, el 28 de noviembre de 1857, nacía en Madrid Alfonso XII, el Rey que restauró la Casa de Borbón en el trono español.
El infante Alfonso nació en Madri, siendo el primogénito varón de la reina Isabel II. Oficialmente su padre era el rey consorte Francisco de Asís de Borbón, aunque siempre se dudó de su paternidad, ya que se decía que era homosexual, siendo apodado de forma popular como "Paquita".
Hijo de la Reina Isabel II, Alfonso acompañó a su madre al exilio, cuando esta fue destronada por la revolución de 1868. Dos años después, Isabel abdicó en su favor, y en 1873, su madre dejó en manos de Antonio Cánovas del Castillo, la defensa de la causa borbónica en España.
El propio Cánovas, envió a Alfonso XII a completar su formación, en la academia militar inglesa de Sandhurst, con el fin de impregnarle los principios, de la monarquía parlamentaria británica.
En 1874, con la Primera República en crisis, Cánovas vio la oportunidad idónea para el regreso de los Borbones al trono, así que empezó a prepararlo, lanzando en nombre del Príncipe el llamado Manifiesto de Sandhurst, manifiesto en el que se postulaba como artífice, de una reconciliación nacional.
Los acontecimientos se precipitaron, por el pronunciamiento militar de Arsenio Martínez Campos en Sagunto, quien proclamó Rey a Alfonso.
El 29 de diciembre de 1874, tuvo lugar el Pronunciamiento de Sagunto, que supuso la restauración de la monarquía borbónica, y el final de la Primera República Española.
Cánovas elaboró un nuevo régimen político, basado en el liberalismo doctrinario que pasaría a la historia, como la "Restauración borbónica", régimen que se mantendría vigente hasta 1923.
Alfonso XII quedó relegado a un papel de árbitro, entre dos grandes partidos, el conservador y el liberal, que se turnaban pacíficamente en el poder, evitando así los pronunciamientos militares, y las algaradas populares, que tan constantes habían sido durante el reinado de Isabel II.
El régimen político de la Restauración, fundamentado en la Constitución de 1876, se caracterizó por una estabilidad institucional y la construcción de un modelo liberal del Estado, hasta su progresiva decadencia, a partir de la crisis de 1917 y de la dictadura de Primo de Rivera.
No obstante, para asentar dicho régimen, se tuvo que hacer frente a conflictos como la Tercera Guerra Carlista, la rebelión cantonalista o la Guerra de los 10 años en Cuba.
Se convocan las últimas elecciones de este periodo de Alfonso XII, que se celebran el 27 de abril de 1884. La mayoría recae en el partido conservador, que logra 318 escaños de 392, de los cuales 67 son para los liberales y 7 para el resto de fuerzas políticas.
El 25 de noviembre de 1885 fallece Alfonso XII y da comienzo el periodo de la Regencia de su esposa, la Reina María Cristina de Habsburgo, embarazada del futuro Alfonso XIII.
Este periodo se apoya en el llamado Pacto del Pardo, entre liberales y conservadores, en pro de mantener la sucesión monárquica.
Alfonso XII murió de tuberculosis, con sólo 27 años de edad. Su sucesor fue su hijo póstumo Alfonso XIII.
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