Tal día como hoy 13 de agosto de 1961, en la República Democrática Alemana, al incrementarse el ritmo de huidas a la zona occidental, se da orden de iniciar la construcción de un muro que delimite ambas zonas de la ciudad a la vez que aisle completamente el Berlín occidental.
El "muro de la vergüenza", como será llamado por la indignación que causará en Occidente, se convertirá en doloroso símbolo de la Guerra Fría y de la opresión comunista. Era de hormigón tendrá 5 metros de altura y estará coronado por alambre de espino electrificado y vigilado por torretas con guardias y ametralladoras. En sus cercanías se colocarán minas antipersona, dividiendo Berlín en dos y rodeando completamente, la zona occidental.
Entre 1949 y 1961, unas 2,7 millones de personas habían abandonado la RDA y Berlín Oriental: la mitad de esa corriente migratoria estaba compuesta por gente de menos de 25 años y esto suponía un gran problema para la Alemania comunista.
Alrededor de medio millón de personas pasaba cada día la frontera en ambas direcciones y de esta manera, podían comparar las condiciones de vida de ambos lados. Solamente en el año 1960, alrededor de 200.000 personas se mudaron de forma definitiva al Oeste y la RDA se encontraba al borde del colapso social y económico.
El 15 de junio de 1961, el presidente de la RDA, Walter Ulbricht, declaraba que nadie tenía la intención de construir un muro, pero el 12 de agosto, el Consejo de Ministros, anunció que: “Para poner fin a las actividades hostiles de revanchismo y militarismo de Alemania Occidental y Berlín Occidental, se instalarán en la República Democrática Alemana, incluida la frontera con los sectores de ocupación occidentales de Berlín, tal como es habitual en cualquier Estado soberano.”
Lo que no mencionó el ministro es que esa medida se dirigía, en primer lugar, contra la población propia que, en el futuro, tendría prohibido cruzar la frontera.
En las primeras horas de la mañana del 13 de agosto de 1961, en la frontera se erigieron barreras temporales y fueron arrancados los adoquines de las calles. Unidades de la Policía popular, así como los denominados “grupos de combate de trabajadores” prohibieron cualquier tipo de tráfico entre sectores.
En los días siguientes, sustituyeron, bajo la vigilancia de guardias fronterizos de la RDA, los rollos de alambre de púas, por un muro con paneles de hormigón de grandes dimensiones. y rápidamente, el gobierno de la RDA hizo tapiar las entradas y las ventanas de los pisos bajos de las casas, de manera que sus habitantes solamente podían acceder a las mismas por la parte del patio, ubicado en Berlín Oriental.
De un día para otro, calles, plazas y casas quedaron divididas, quedó interrumpido el transporte urbano y la noche del 13 de agosto, el alcalde Willy Brandt declaró: “El Senado de Berlín acusa ante la comunidad mundial, las medidas ilegales e inhumanas practicadas por aquellos que están dividiendo Alemania, oprimiendo a Berlín Oriental y amenazando a Berlín Occidental”.
El 25 de octubre de 1961, tanques estadounidenses y soviéticos se encontraban unos frente a otros delante del “paso fronterizo para extranjeros”y permanecieron durante 16 horas, separados solo por pocos metros, con gran peligro de que se desatara una guerra.
El muro que separaba Berlín Oriental de Berlín Occidental, tenía una longitud de 43,1 kilómetros y entre 1961 y 1988, más de 100.000 ciudadanos de la RDA intentaron huir a través del Muro de Berlín. Más de 600 personas fueron abatidas a tiros por soldados fronterizos o murieron de otra forma al intentar huir.
El muro se derribará el 9 de noviembre de 1989.
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