Tal día como hoy 15 de agosto de 1534 en París - Francia-, Ignacio de Loyola de 43 años de edad, ex oficial del ejército español, funda la Compañía de Jesús, destinada a convertirse en principal instrumento de la contrarreforma.
Fue fundada la fiesta de la Asunción de la Virgen, cuando Ignacio y siete de sus discípulos, se dirigieron a la cripta de la capilla del Martyrium, en Montmartre, donde pronunciaron tres votos: pobreza, castidad y peregrinar a Jerusalén
Los jesuitas tiene una estructura de tipo casi militar - obediencia absoluta-, una misión clara -a mayor gloria de Dios -, y una total despreocupación por los éxitos mundanos.
Con el lema “A la mayor gloria de Dios”, la orden jesuita se propone difundir la fe católica a través de las misiones, el apostolado, la enseñanza y la ciencia. El motor de la compañía son los estudios humanísticos y científicos para enseñarlos en las escuelas y colegios que se fueron abriendo en Europa.
Desde sus inicios, los jesuitas dirigieron los centros de educación superior más importantes de Europa, y prestaron servicios en países donde la religión católica era perseguida o prohibida. Especialmente importante fue la labor emprendida por el también vasco san Francisco Javier en su tarea de conversión en la India, China y Japón, hacia donde partió en 1549 cuando aún no había llegado ningún europeo.
La Compañía de Jesús tuvo un papel decisivo durante la Contrarreforma - la reacción de la Iglesia a la reforma de Lutero - y relevante en el transcurso del Concilio de Trento. A la muerte del fundador, en 1556, la Compañía se había extendido por todo el mundo al servicio de la Iglesia y del Papa.
A lo largo de los más de 400 años de historia, la Compañía de Jesús ha sufrido diversos avatares, por las sospechas que despertaban algunas de sus actividades, como las misiones en las Reducciones del Paraguay, una especie de comunidades agrícolas que los jesuitas desarrollaron con los indios guaraníes en los siglos XVII y XVIII y también tuvieron problemas con la Inquisición, siendo expulsados de Portugal en 1559, de Francia en 1764) y de todos los dominios de España en 1767.
En 1773, la Compañía fue suprimida por el Papa Clemente XIV y restituida en todo el mundo en 1814 por Pío VII. Una vez restaurada, la Orden continuó su expansión, también en España, de donde en el siglo XIX fue suprimida en cinco ocasiones y disuelta en el XX, cuando en 1932 el gobierno de la Segunda República, declaró inconstitucional el voto de obediencia al Papa. En 1938, los jesuitas recobraron en España la situación jurídica anterior a la Constitución de 1931.
Presente en 127 países, la Compañía está dividida en 91 provincias, las más numerosas son Italia y Castilla y por países, Estados Unidos y la India cuentan con más jesuitas. En España hay 1.534 .
De los treinta prepósitos que han dirigido la orden desde su fundación, siete han sido españoles, entre ellos el fundador Ignacio de Loyola, así como Pedro Arrupe, quien durante su mandato mantuvo unas difíciles y turbulentas relaciones con el Vaticano.
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