Tal día como hoy 5 de agosto de 1914, entre la avenida Euclid y la calle 105, de la ciudad de Cleveland -Estados Unidos-, ante el aumento del tráfico de vehículos, se instala el primer semáforo eléctrico del mundo.
Anteriormente, en 1868, en Londres -Reino Unido- se había instalado un semáforo frente al parlamento en Westminster que funcionaba con gas, con un farol rojo y una luz verde que solamente se veían de noche, y emitía zumbidos pero, tras una explosión, hubo de quitarse.
Una vez apareció el coche, pronto se hizo necesaria la regulación del tráfico, apareciendo leyes que obligaban a todos los coches a contar con un “señalizador”, un hombre que con una lámpara o bandera roja caminase 60 metros por delante para advertir su presencia.
Tras ese precursor, el primer semáforo estático se instaló en Londres, en diciembre de 1868, frente al Parlamento británico, que fuer inventado por un ingeniero de señales del ferrocarril y se parecía mucho a los usados en este, pues tenía dos brazos con dos farolillos de gas en sus extremos, uno rojo y otro verde, y había de ser controlado manualmente, pero a los dos meses explotó, matando al policía que lo manejaba, lo que le hizo caer en desuso.
El invento reapareció en 1914 en Cleveland -EEUU- y se parecía algo a su antecesor, pero era muy distinto, pues su inventor, lo transformó en una señal autónoma, sin necesidad de manejo humano, y eléctrica.
El semáforo, palabra de origen griego que significa “el que lleva las señales”, terminó de evolucionar cuando General Electric compró la patente e incluyó la luz ámbar para dar margen de frenada a los coches. El invento aún tardaría 10 años en llegar a Europa y el primer semáforo eléctrico lo colocó Siemens en 1924 en Berlín, en el cruce más activo del continente en aquella época.
En España el primero fue colocado en Madrid, en el cruce de Alcalá con Barquillo, en 1926, y por cierto, en sus inicios las bases de los semáforos españoles estaban pintadas en rojo y blanco para que se vieran bien. Pero resultaban demasiado chillonas, adoptándose el verde oliva actual.
En 1961 se incorporó a la luz un muñeco para ayudar a los peatones, sistema que se expandió por todo el mundo. Y para ayudar a los daltónicos, el rojo siempre se sitúa arriba o a la izquierda, como estándar mundial.
La mujer peatón no llegó hasta 2004 y las parejas del mismo sexo hasta hace muy poco. Las bombillas led de bajísimo consumo o los paneles solares que lo dotan de energía también son incorporaciones recientes.
Quizá el coche autónomo, los convierta finalmente en innecesarios, pero pasarán muchos años hasta que todo el parque móvil del mundo deje de necesitarlos. Mientras, el longevo semáforo seguirá ahí, prestándonos humildemente su gran servicio y haciéndonos la vida más fácil y más segura día tras día.
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