El conflicto que concluirá con la victoria británica en agosto de 1842, mediante el tratado de Nanjing recogerá millonarias sanciones económicas contra China y la cesión de la isla de Hong Kong a la Reina Victoria a perpetuidad, será conocido como la Primera Guerra del Opio
Históricamente, la región de Hong Kong ha estado ocupada por los chinos desde la era neolítica. Inicialmente éstos formaban una pequeña comunidad pesquera, siendo la zona refugio de piratas y contrabandistas de opio.
Tras la Primera Guerra del Opio, la isla de Hong Kong fue cedida, con carácter indefinido, a Gran Bretaña mediante el Tratado de Nanking de 1842 y tras la Segunda Guerra del Opio y por la Convención de Pekín de 1860 se acuerdan nuevas cesiones a Gran Bretaña.
La superficie de la colonia aumentó con la incorporación de los Nuevos Territorios, y tras el establecimiento en 1912 de la República de China, Hong Kong se convirtió por primera vez en refugio político para los exiliados chinos, y en 1937, durante la guerra de China con Japón en Manchuria, se convirtió de nuevo en lugar de asilo para cientos de miles de chinos, desplazados por la invasión japonesa.
Durante la Segunda Guerra Mundial cayó en manos de los japoneses, que la transformaron en centro militar de su campaña en Asia, aunque los británicos recuperaron Hong Kong en 1945 después de la rendición incondicional de Japón.
El desarrollo económico, transformó a Hong Kong en una de las regiones más ricas y productivas de Asia y, como consecuencia, durante la década de 1970, aumentó la afluencia de refugiados del continente.
En 1982, dieron comienzo las conversaciones entre China y Gran Bretaña acerca del futuro de Hong Kong y por la Declaración Conjunta firmada el 19 de diciembre de 1984, China prometió que, bajo la política "un país, dos sistemas", el sistema económico socialista de China no se aplicaría en Hong Kong, comprometiéndose a respetar el sistema legal de Hong Kong antes del traspaso de soberanía el año 2047.
Hong Kong, se daría una constitución que se conocería como “Ley Básica” redactada en Pekín al que asistirían representantes de la colonia, pero en 1989, tras los sucesos de Tiananmen, se suspendieron los trabajos y Gran Bretaña se negó a considerar una renegociación.
En 1990 el Parlamento chino aprobó la nueva constitución, la llamada Ley Básica, pero las relaciones entre China y Gran Bretaña por Hong Kong se deterioraron, hasta que finalmente, se alcanzó un acuerdo en noviembre de 1994.
El 1 de julio de 1997 Hong Kong pasó a China como “Región Administrativa Especial”, régimen que finalizará en 2047 con la plena integración en China.
Hong Kong se ha transformado hoy en día, en uno de los centros turísticos, industriales, financieros y comerciales más importantes del mundo, desempeñando un papel de trampolín para el comercio y la inversión de China.
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