miércoles, 10 de junio de 2020

El asesino de Martin Luther King

Tal día como hoy, 10 de junio de 1977, James Earl Ray, el asesino convicto del líder de los derechos civiles Martin Luther King, escapó de una prisión de máxima seguridad en Tennessee, y fue encontrado tres días después.

El 4 de abril de 1968, en Memphis (Tennesse), un disparo en la cabeza ponía fin al sueño de Martin Luther King. La bala, que le perforó la mejilla antes destruir sus vértebras, había sido disparada por James Earl Ray, un ladrón de poca monta que cargó con el peso de matar al mito y cuyo salto de delincuente a asesino, sigue siendo hoy un misterio,.

Hijo de un padre desempleado y de una madre que tenía dificultades para comunicarse al nivel más básico, cuentan los biógrafos que la primera vez que Ray pisó una escuela lo hizo descalzo porque no tenían ni para zapatos.

Con un coeficiente intelectual apenas por encima de la media, su carrera como ladrón fue tan desastrosa que antes de matar a King había pasado ya la mitad de su vida en la cárcel. Para lo único que Ray demostraba cierto talento era para escapar. A lo largo de su vida, protagonizó varias fugas, algunas de ellas tan espectaculares como la que realizó en 1977, cuando consiguió escalar la pared de una prisión junto a otros seis convictos.

James Earl Ray, que fue arrestado en junio de 1968, por la muerte de Luther King, siguió defendiendo su inocencia y en 1997 consiguió que uno de los hijos del predicador se reuniera con él

Los medios, obsesionados con Martin Luther King durante esos días, habían informado de su visita a Memphis, e incluso se había detallado el hotel y la habitación donde se alojaba . Ray solo tuvo que conseguir un arma y alquilar un pequeño cuchitril enfrente del motel. El resto era lo que mejor se le daba: volver a escapar. Para cuando la policía registró el lugar del que procedió el único disparo, ya había puesto rumbo a Canadá.

El FBI se empleó a fondo para encontrar a su asesino y según el escritor Hampton Sides, la policía siguió cientos, incluso miles, de pistas hasta dar con el responsable. Ray fue arrestado en junio de 1968 en el aeropuerto de Londres.

Aunque en un primer momento se declaró culpable, logrando así cambiar la pena de muerte por cadena perpetua, solo tres días después de su sentencia Ray se retractó de su confesión y aseguró que había sido forzado a confesar y que un misterioso personaje llamado Raul le había embaucado para conseguir el arma que luego se utilizó en el asesinato.

La familia de King nunca ha creído que alguien como Ray pudiera por sí solo haber organizado el complot. Siempre defendió la inocencia del asesino confeso y en 1999, en una decisión sin precedentes, presentó una demanda civil contra el dueño de un restaurante que aseguraba haber participado en una conspiración para matar a King en la que estaban implicados el Gobierno, la mafia y la policía local.

Finalmente, el jurado acabó determinando que la muerte de King se debía a un complot en el que habrían estado involucrados varios hombres, aunque nunca se juzgó a ninguno de ellos. 











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