Tal día como hoy 24 de junio de 1997,
la Fuerza Aérea de los Estados Unidos publicó el informe sobre el
‘Incidente de Roswell’ de 1947, en el que se recoge como un objeto
volador no identificado se había estrellado cerca de Roswell, Nuevo
México.
Los antecedentes del caso se remontan
al mes de junio. Mac Brazel, un granjero de Nuevo México, descubre
unos restos dispersos por su rancho cerca de Corona, Nuevo México, y
el 5 de julio da cuenta a las autoridades.
El diario Roswell Daily, publicaba que
el misterioso aparato era un objeto del tamaño de una mesa, poseía
caucho de color gris esparcido, gran cantidad de papel de plata,
cintas adhesivas con diseños florales y varillas de madera, pero no
contaba con metal alguno, que hubiese podido ser
usado como motor.
Tras la publicación del comunicado
militar el 8 de julio, y la visita a la zona de un alto mando
militar, la versión cambia y se atribuyen los hechos al impacto de
un gran globo del Proyecto Mogul, con el que Estados Unidos pretendía
espiar a la URSS.
Hasta 1978, el caso Roswell recibió
poca atención, hasta que los investigadores Stanton Friedman y
William Moore compararon los resultados de una serie de entrevistas
que cada uno había llevado a cabo por separado. La versión oficial
del globo quedaba en evidencia, y se abría paso la hipótesis del
accidente de una nave de origen no terrestre, con la recuperación de
varios cadáveres de alienígenas.
El ingeniero Barney Barnett aseguró
que pudo ver los cadáveres de los extraterrestres, uno de los cuales
sollozaba, agonizante, cuando fue descubierto. Unos investigadores
aseguran que se recuperaron cuatro cuerpos y otros que fueron siete.
El astronauta del Apolo 14 Edgar
Mitchell, aunque no fue testigo directo, también afirmó en
numerosas ocasiones que Roswell fue un verdadero incidente
relacionado con seres de origen no terrestre, basado en sus contactos
de alto nivel dentro del gobierno.
Este astronauta opina también que hay
una organización gubernamental paralela e independiente al gobierno
que realiza experimentos con tecnología extraterrestre “y por eso
no se pueden sacar a la luz todos estos incidentes”. Mitchell murió
en 2016 sin haber facilitado ninguna evidencia que corrobore sus
afirmaciones.
Lo único claro es que, seguramente
durante años, el Incidente OVNI de Roswell seguirá siendo un
misterio. Mientras, algunos aprovechan para sacarle partido.
En Roswell existe un museo dedicado al
suceso, dirigido por el ex-teniente Walter Haut, que difundió el
primer comunicado asegurando que se había recuperado un platillo y en
la zona opera desde hace años, una empresa dedicada a la venta de
souvenirs y recorridos turísticos.
Por 10 dólares se puede comprar una
bolsa de piedras del rancho y por algo más de 50, dormir una noche a
la intemperie donde, supuestamente, pusieron sus pies los
alienígenas.
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