jueves, 25 de junio de 2020

La batalla de Little Big Horn

Tal día como hoy 25 de junio de 1876 en Little Big Horn -Montana - el general Custer y sus 265 soldados y oficiales del 7º de caballería son literalmante aniquilados tras ser rodeados y atacados por unos 2.500 guerreros indios de diversas tribus sioux, todos ellos comandados por el jefe "Caballo Loco".

Para entender lo ocurrido en Little Big Horn hay que remontarse varios años antes. En 1868 el presidente Grant había decidido poner fin a las guerras contra los sioux firmando con el jefe Nube Roja el tratado de Laramie, por el cual los indios renunciaban a buena parte de sus territorios pero se les respetaban otros, entre ellos las llamadas Colinas Negras donde los indios creían que habitaban los espíritus de sus antepasados.

El problema surgió tiempo después, cuando empezaron a correr rumores de la existencia de oro en las Colinas Negras. El gobierno intentó entonces comprar a los indios el territorio, pero éstos se negaron. Animados por la prensa y los políticos, un gran número de colonos empezó a instalarse en la zona al tiempo que el gobierno, incumpliendo el tratado de Laramie, ordenó a los indios que abandonaran las Colinas Negras. 

Los sioux y los cheyennes, dirigidos por los jefes Toro Sentado y Caballo Loco, no aceptaron la orden y lanzaron algunos ataques contra los colonos.

El ejército decidió entonces organizar una campaña militar contra ellos. Los generales habían diseñado una estrategia consistente en la formación de tres columnas que marcharían en maniobra envolvente desde diferentes puntos, para converger las tres cerca del río Little Big Horn, donde se habían agrupado las tribus hostiles.

El día 17 de junio la primera columna que mandaba el general Crook, sufrió una derrota ante el ataque de unos mil indios y su avance quedó interrumpido. Mientras, ignorantes de lo sucedido, las otras dos columnas continuaban su marcha siguiendo el plan previsto.

En la mañana del domingo día 25 de junio, las tropas de Custer divisaron el asentamiento de los indios. Las órdenes que tenía el general eran las de esperar a que llegaran el resto de las tropas, pero éste, tras dividir a sus 600 hombres en tres batallones, decidió atacar el campamento por su cuenta y riesgo. Mientras dos de sus capitanes intentaban rodear el poblado, Custer, al mando de unos 265 hombres, se lanzó directamente sobre él. Pronto se dio cuenta de que había subestimado a los indios. Estos le superaban en una proporción de 20 a uno por lo que dio la orden de replegarse.

No les dio tiempo a huir muy lejos. En pocos minutos los soldados fueron rodeados por miles de indios encabezados por el temible Caballo Loco y una lluvia de balas y flechas cayó sobre ellos. Situados en círculo y apenas parapetados por sus propios caballos muertos, los hombres de Custer fueron cayendo uno tras otro.

Al amanecer del día siguiente los cadáveres de 265 soldados yacían en el campo de batalla. Los indios, siguiendo sus tradiciones, les habían mutilado y arrancado sus cabelleras. Tan sólo el cuerpo de Custer fue respetado, en atención a los tiempos en los que fue admirado como enemigo, pero sus oídos fueron perforados con puntas de flecha, para que aprendiera a escuchar mejor en la otra vida, ya que en ésta había desoído las amenazas del pueblo indio.

En la actualidad el Monumento Nacional de Little Big Horn es una de las grandes atracciones turísticas del estado de Montana y cada año recibe decenas de miles de visitantes. Hace 15 años, sin embargo, se levantó un nuevo memorial que sirve de homenaje a los guerreros indios que también murieron en aquella batalla, para que los estadounidenses aceptaran que los héroes de aquel episodio no solo vestían de azul, sino que hubo otros que también cayeron con honor, y éstos no buscaban ni el oro ni la gloria, tan solo defender sus tierras y su cultura.

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