lunes, 7 de enero de 2019

El trágico fin del aventurero Pedro Chamijo

 
Tal día como hoy 7 de enero de 1667, es ejecutado en Lima – Perú - el aventurero granadino Pedro Chamijo, quien consiguió hacerse coronar en el Nuevo Mundo como “Inca de los calchaquíes”.

También conocido como “Pedro Bohórquez e Inca Hualpa”, fue un aventurero español que tras probar fortuna en Perú, logró hacerse coronar rey de los calchaquíes, engañando tanto a estos como a los gobernantes y clérigos españoles.

Era muy probablemente morisco o mudéjar y aprendió a leer y escribir con los jesuitas en Cádiz, llegando a los 18 años a América, atraído por las promesas de riqueza fácil, viviendo durante años en Perú haciendo diversas estafas, pero sin obtener dinero suficiente para retirarse.

En tres ocasiones convenció a distintos virreyes españoles, para realizar expediciones a las fuentes del río Marañón - Amazonas - donde decía se hallaba “el Gran Paititi”, pleno de oro y plata, acabando todas en rotundos fracasos, por lo que finalmente fue detenido y enviado a Valdivia al sur del actual Chile, de donde huyó atravesando los Andes.

Durante estos años, conoció a un clérigo llamado Alonso Bohórquez, del cual se hizo amigo y adoptando su apellido se hizo pasar por su sobrino.

Los nativos calchaquíes, pueblo guerrero que rechazaba la presencia española, cuyos intentos de evangelización habían resultado infructuosos, animaron a nuestro personaje a urdir un monumental engaño.

Casado con una joven indígena, consiguió ganarse la confianza de los indios haciéndose pasar por el último descendiente de los incas con el nombre de Inca Hualpa, admitiendo estos su liderazgo pensado que quizás podría librarlos del dominio español.

Bohórquez convenció entonces a misioneros jesuitas, de que podría evangelizar a los calchaquíes y para ello organizó una reunión en junio de 1657, a la que acudió en litera de oro, rodeado de caciques y vistiendo como un emperador inca, asegurando que lograría someterlos al rey y que revelaría la ubicación de yacimientos de oro, a cambio de ser reconocido como monarca, lo cual le fue concedido, dándole trato de capitán general, gobernador y justicia mayor.

Mientras formaba un ejército contra los españoles, pudo mantener la engañosa situación durante dos años, llegando a establecer la capital de su “reino” fortificada con cañones hechos de madera dura.

Enterado el virrey, ordenó que lo apresaran, lo que provocó un levantamiento de los calchaquíes que atacaron las ciudades de Salta y San Miguel de Tucumán, causando grandes pérdidas, hasta que fueron vencidos y se retiraron.

Bohórquez solicitó entonces un indulto, que le fue concedido, pero al saberse que promovía un nuevo levantamiento fue apresado y ejecutado en secreto en Lima y después ahorcado y su cabeza exhibida en una pica.

Su historia, fue novelada por Roberto Jorge Payró en “El falso inca”, interesante narración de este estafador escrita en tono amable, pese a lo cual no oculta la tragedia, que para las tribus sudamericanas representaron la ignorancia, brutalidad y torpeza política de los conquistadores españoles.

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