sábado, 5 de enero de 2019

La paz de Riswick y la decadencia española

 
Tal día como hoy 5 de enero de 1698, en virtud de los acuerdos firmados en la “paz de Riswick”, las tropas francesas del Duque de Vendome, evacuan Barcelona.

Este tratado de paz firmado entre Francia y los países miembros de la Liga de Augsburgo, supuso la detención de la política imperialista de Luis XIV de Francia -”El Rey Sol “- comprometiéndose este a devolver las anexiones territoriales que había realizado entre 1679 y 1689 por la fuerza de las armas, al considerar que dichos territorios le pertenecían en virtud de antiguos tratados.

Luis XIV había iniciado una política avasalladora y expansionista, que propició que en 1686 se formase contra ella “la Liga de Augsburgo”, integrada por Austriá Baviera, el Palatinado, Renania y Franconia y los reinos de España y Suecia, basada en la defensa mutua y el mantenimiento de la situación política acordada en las paces de Nimega y Ratisbona, uniéndose Inglaterra y Holanda a la alianza, con el fin de poner coto a las demandas injustificadas de los franceses.

Sin embargo Luis XIV, lejos de amedrantarse, inició la guerra contra la coalición, ante la negativa de ésta a reconocer sus anexiones y en 1688 invadió el Palatinado y ocupó Colonia y Lieja, pero tras cinco años de guerra, se hizo evidente la imposibilidad de llegar a una victoria de uno u otro contendiente, pues los recursos económicos de ambos se agotaban, por lo que se entablaron negociaciones, pero sin ningún acuerdo, la guerra se reanudó en 1694.

Por otra parte, la precaria salud del rey español Carlos II y su evidente incapacidad para concebir un heredero, habían convertido la sucesión al trono español en el principal problema de la política europea y enfrentaba a Luis XIV y el emperador Leopoldo de Austria, que deseaban influir en la corte de Madrid, en favor de sus candidatos respectivos.

No fue hasta 1696, cuando se pusieron las bases para una solución definitiva, pues las victorias militares franceses en la última fase de la guerra hicieron urgente para los aliados el fin de la guerra, ya que vencieron en los Países Bajos, conquistaron Barcelona en agosto de 1697 y obtuvieron además una aplastante victoria en la batalla naval del cabo de San Vicente.

A pesar de sus triunfos militares, también Luis XIV buscaba una resolución pacífica del conflicto, ya que la guerra había agotado sus arcas y además, le urgía firmar la paz con España para poder así “colocar” en el trono a su nieto Felipe, a la muerte de Carlos II.

Por todo ello, en el castillo de Ryswick, cerca de La Haya, se iniciaron las negociaciones de paz en mayo de 1697, firmando Holanda, Inglaterra y España en septiembre, mientras Austria lo haría en octubre, pocos días antes de que expirase el plazo dado por Francia.

A pesar de que en el terreno militar Francia se había mostrado superior, el tratado de Ryswick significó un retroceso en cuanto a su hegemonía sobre Europa y marcó el deterioro de la potencia internacional francesa frente a Inglaterra y Holanda.

Paradójicamente, tras la firma de la paz de Ryswick, quedaba abierto el camino, para el inicio de la Guerra de Sucesión por la corona española, iniciada tres años después.

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