Tal día como hoy 22 de enero de 1991, es detenido el jefe de los narcotraficantes gallegos “Sito Miñanco”.
José Ramón Prado Bugallo, más conocido como “Sito Miñanco” es un contrabandista y narcotraficante español, de familia de marineros de origen humilde, conocida en Cambados – Pontevedra - como "los Miñancos".
Sus inicios en actividades delictivas fueron en los años 1980, como contrabandista de tabaco, en las llegó a constituir una de las tres organizaciones, dedicadas a estas actividades, más fuertes del momento, por las que fue detenido en 1893, ingresando en prisión y siendo trasladado a la cárcel de Carabanchel - Madrid - actuando esta prisión como auténtica escuela, ya que en ella conoció a miembros del “Cartel de Medellín”, dedicados al trafico de drogas.
Al salir de la cárcel, Miñanco entró en el mundo del narcotráfico, y aunque continuó usando el contrabando de tabaco como “cobertura social y tapadera”, comenzó a traficar con drogas duras como la cocaína, a través de una red con base en Panamá.
Con las fabulosos ganancias que obtenía en este negocio, en 1986 compró el equipo de fútbol de su ciudad, el Juventud Cambados, donde hizo una gran inversión económica, con la que sacó a la luz dinero negro del tráfico y consiguió además una aureola de “protector” en su ámbito próximo, pero en 1994 fue detenido de nuevo, por introducir dos toneladas y media de cocaína en España, siendo condenado a 20 años de prisión por tráfico de drogas, evasión de impuestos y falsificación de documentos.
Desde la cárcel, inició un proceso judicial contra las escuchas telefónicas del juez Baltasar Garzón, al considerar que violaron su intimidad, la cual finalizó con la condena del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo al Estado español a indemnizar al narcotraficante con 7.000 euros, aunque esto no tuvo efectos en su condena.
Fue puesto en libertad condicional tras cumplir siete años de cárcel, pero fue detenido de nuevo, cuando controlaba una operación de trasvase de cinco toneladas de cocaína, cerca de Guayana Francesa y esta vez, se le condenó a 16 años de cárcel y una multa de 390 millones de euros.
Ya en prisión, la Agencia Tributaria descubrió en 2011 una trama de negocios, a través de los cuales, habría blanqueado dinero, descubriéndose también que en la cárcel de Algeciras donde estaba, gozaba de una situación de privilegio, pese a tratarse de un preso de “especial seguimiento”, por cuya causa se destituyó el director de la cárcel pues, al parecer, este habría recibido regalos, como dos vehículos Mercedes, a cambio de mejoras en sus condiciones carcelarias.
Tras concedérsele el tercer grado, en febrero de 2018 fue detenido en Algeciras, donde residía y en el registro del chalé, aparecieron dos Mercedes, 300.000 euros en efectivo y diversos planos de embarcaciones que utilizaba su grupo.
Al saberse “cazado”, no opuso resistencia y la enésima doble vida que llevaba, llegó a su fin y la nueva la tiene en una celda de la prisión madrileña de Alcalá-Meco.
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