Cuando el amor es tardío, el tiempo, el inexorable tiempo, hace imposible que algunas cosas, solo puedan estar ya, en el campo del deseo...
No puedo ser, tu sol de cada día,
que contigo vivió desde tu infancia
y jugó con tu cuerpo en los veranos.
No puedo ser, la luna de tus noches,
confidente de primeros amores,
en tus años de azul adolescente.
No puedo ser, las estrellas eternas,
inmutables centinelas silentes,
fieles testigos de todas tus cosas.
Quisiera ser, cometa rutilante,
que tan solo una vez cruza tu cielo,
dejando un rastro de fantasía y sueños.
J. M. Hidalgo// (De los poemas de amor)
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