Tal día como hoy 17 de marzo de 1244, los cruzados se retiran de la destruida fortaleza de Montsegur - Francia-, último reducto cataró, tras haber quemado en la hoguera el día anterior, a 210 herejes cátaros.
El catarismo fue un movimiento religioso de carácter gnóstico que se propagó por Europa Occidental a mediados del siglo X, logrando arraigar entre los habitantes del Mediodía francés, con la protección de algunos señores feudales.
Esta doctrina, afirmaba la existencia de una dualidad creadora - Dios y Satanás - y predicaba la salvación mediante el ascetismo y el rechazo del mundo material, como una obra demoníaca.
La Iglesia Católica consideró sus doctrinas heréticas y frente a su creciente influencia, invocó el apoyo de la corona de Francia, para lograr su erradicación mediante la “Cruzada albigense”.
Como consecuencia de esta cruzada - ordenada por el Papa Inocencio III - la ciudadela cátara de Montsegur fue asediada por las tropas del arzobispo de Narbona, en mayo de 1243 y tomada después de un largo asedio.
Pese a su aplastante superioridad numérica y a sus máquinas de guerra, no se logró doblegar la resistencia de la fortaleza hasta casi un año después, cuando los cátaros empezaron a flaquear al irse quedando sin agua ni provisiones, además de haber sufrido innumerables bajas en la lucha y por todo tipo de enfermedades.
Se calcula que podría haber en la pequeña población unas 500 personas, incluyendo defensores, sus familias y unos 200 creyentes Cátaros entre los que se encontraban refugiados, los denominados, “perfectos y perfectas”.
En la mañana del día 16 de marzo de 1244, una gigantesca hoguera se elevó a los pies del castillo y unas 210 personas, hombres y mujeres, que se negaron a abjurar del catarismo, fueron quemados vivos en ella.
Hoy el lugar es recordado con una lápida como el “Camp des Cremats” - campo de los quemados - que recuerda a los inmolados con el epitafio: “Als Catars, als martirs del pur amor crestian. 16 mars 1244”. - A los Cátaros, a los mártires del puro amor cristiano -.
Perseguidos por la Inquisición y abandonados por los nobles, los Cátaros se hicieron más y más escasos, refugiándose en los bosques y reuniéndose sólo a escondidas.
Aunque el pueblo hizo algunos intentos de liberarse del yugo francés y de la Inquisición, iniciando revueltas al principio del siglo XIV, la secta estaba ya exhausta y no pudo encontrar nuevos adeptos.
Aunque fue un periodo corto de la historia, no dejan de ser interesantes los acontecimientos que sucedieron y existen numerosas rutas y castillos de los Cátaros para recorrer la historia en directo a pie de castillo, recordando los apasionantes momentos que vivieron los Cátaros en un momento histórico de Europa interesante y fascinante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario