El último monarca de Italia fue Víctor Manuel III, que dio comienzo su reinado en 1900, iniciándose poco después en el país un proceso de industrialización, que trajo los consiguientes problemas sociales y la promulgación de las primeras legislaciones a favor de la clase obrera.
Sin embargo, la Primera Guerra Mundial no dio a Italia las ventajas esperadas, lo que junto a la crisis económica de la posguerra hizo aumentar el poder de los grupos radicales. Es así como en 1922, con la complicidad del rey, llega al poder el Partido Fascista dirigido por Benito Mussolini.
Mussolini impidió cualquier maniobra al monarca, que se mantuvo como Jefe del Estado solo con funciones representativas, sin opción de tomar iniciativas políticas, pero no trató de impedir ni mostró reserva alguna con los crímenes del fascismo, aunque desde 1941 empezó a resentir la excesiva influencia del Tercer Reich en los asuntos internos de Italia; pero su oposición quedó en palabras y no pasó a los hechos
Las atrocidades cometidas por el régimen fascista, junto a la derrota de Italia en la Segunda Guerra Mundial, deterioraron al maximo la imagen de la monarquía, lo cual quedó culminado por la fuga precipitada de Roma abandonando la capital a los alemanes, por lo que intentando salvar la institución, Víctor Manuel III abdicó a favor de su hijo Humberto II.
Pese a ello, el pueblo italiano en 1947 decidió optar por un sistema republicano tras un referéndum, en que se mostró a favor de la república, adoptando el país una nueva constitución el 1 de enero de 1948.
Tras su abdicación, Víctor Manuel partió al exilio bajo el nombre de Conte di Pollenzo y murió un año después en Alejandría - Egipto- en cuya iglesia de Santa Catalina continúa sepultado.
Los miembros de la familia real, fueron obligados al exilio hasta el 10 de noviembre de 2003, cuando debido a la modificación de la constitución por el parlamento, italiano pudieron regresar.
El Rey (o su hijo) que durante décadas auspició a Mussolini era impresentable para los aliados. En Italia se permitía el PCI siempre y cuando no obtuviera mayoría absoluta en el Parlamento de Roma. Cuando se acercaban, ahí estaba la mano negra que volaba estaciones de tren por los aires (Bolonia)como aviso. Luego vimos que se llamaba operación Gladio, servicios secretos italianos y de USA, todo controlado.
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