Nacido en La Coruña, José Millán-Astray entró en el Ejército español a muy temprana edad. Cuando todavía no había ni cumplido los diecisiete años de edad, ya se había graduado como teniente segundo.
Ingresó el 30 de agosto de 1894 en la Academia de Infantería de Toledo, donde siguió el programa de estudios abreviado, dispuesto por el Gobierno para atender las necesidades de oficiales, de los conflictos de Ultramar -Cuba y Filipinas-, graduándose con apenas diecisiete años, como teniente segundo y sirviendo después en el regimiento de infantería, Asturias n.º 31 Madrid.
El 1 de septiembre de 1896 ingresó en la Escuela Superior de Guerra, en la que interrumpió sus estudios para incorporarse como voluntario, a un batallón expedicionario, que zarpó para Filipinas.
Durante su estancia en las islas se distingue por su valor, especialmente por su actuación en la defensa, con diecisiete años, de la población de San Rafael con treinta hombres, contra un número muy superior de rebeldes tagalos, hecho que le vale la Cruz de Orden militar de María Cristina. A su vuelta, en 1906, se reincorporó a la Escuela de Guerra y obtuvo el Diploma del Estado Mayor.
José Millán-Astray pronto se distinguió en el campo de batalla, por su temerario valor, el cual le reportó numerosas condecoraciones. Fusil en mano consiguió hacerse un hueco en el ejército. Fue entonces cuando pidió su traslado a Marruecos para mantener la paz, en el protectorado.
Durante el transcurso de la Guerra de Marruecos, José Millán-Astray sufrió cuatro graves heridas, de las cuales dos le costarían un brazo y un ojo. Consciente del desarrollo del conflicto en el norte de África, y del enorme número de bajas, debido a la escasa preparación de los soldados que acudían al frente, creó con ayuda del ministro de Guerra, el general Villalba, la Legión española.
El 1920 estuvo muy vinculado a la creación de la Legión, junto con el general José Villalba Riquelme. Al igual que Franco, estaba a favor de crear un ejército de voluntarios, parecido al de la Legión Francesa. De hecho, en 1925 el coronel explicaba, que germinó en él la idea, "de crear un Cuerpo voluntario, análogo al de otros ejércitos" y para ello, fue a Argelia a estudiar la Legión francesa.
Siguiendo el patrón francés como referencia, nació el Tercio de Extranjeros en enero de 1920, después renombrado como Legión. Allí se apuntaban las personas de origen humilde y que no temían poner en riesgo su integridad física, por lo que se les llamaba "novios de la muerte". En el año de fundación, Millan se trasladó a España y desde ese momento su vida y su trayectoria, se vincularon a esta nueva unidad.
Jugó un papel fundamental, cuando se produjo la sublevación militar de 1936 contra la democracia republicana y cuando empezó la rebelión, se instaló con Francisco Franco en el palacio de Yanduri de Sevilla.
Allí difundió las grandezas de los sublevados y de su líder, lo que se le reconoció con el nombramiento de Responsable de la Oficina de Prensa y Propaganda en Salamanca. Él creó Radio Nacional de España, como mecanismo de propaganda de los sublevados.
Uno de los hechos más conocidos de la biografía del coronel fue lo que ocurrió el 12 de octubre de 1936 con Miguel de Unamuno, rector de la Universidad de Salamanca, por aquel entonces.
Los dos discutieron el Día de la Raza -actual Día de la Hispanidad- cuando el coronel gritó "¡Viva la muerte! ¡Muera la inteligencia!" Sin embargo, hay historiadores que matizan las declaraciones de aquel encuentro, aunque en todas las versiones el denominador común, coincide en la amenaza de muerte, que hubo del militar hacia el escritor.
Desde 1937 se encargó de la dirección del Cuerpo de Caballeros Mutilados de Guerra por la Patria, un tema que sentía próximo, pues él era tuerto y manco, por heridas que sufrió en combate entre 1921 y 1926.
En la posguerra, José Millán-Astray, a pesar de continuar dirigiendo el Cuerpo de Mutilados y de ser designado directamente por Franco, procurador en las Cortes durante cuatro legislaturas, veía como su relevancia política durante la dictadura, mermaba de forma progresiva.
Falleció a los setenta y cuatro años de edad, el 1 de enero de 1954, en su domicilio de Madrid, debido a una enfermedad coronaria, siendo director general del "Cuerpo de Caballeros Mutilados de Guerra por la Patria".
Su médico, Mauro José Rodríguez Rey, amigo personal y pupilo de Millán-Astray en la Legión, se encargó de comunicárselo al mismo Franco. Fue enterrado en el cementerio de la Almudena.
Por Decreto de 2 de enero de 1954, el día siguiente al de su muerte, fue promovido al empleo de general de división.
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