En Cataluña, concurrieron a las elecciones municipales del 12 de abril, la Lliga Regionalista; Acció Catalana Republicana, la recién creada Esquerra Republicana de Catalunya y partidos catalanistas, monárquicos, radicales... mostrando los resultados un arrollador triunfo de ERC.
Después de las elecciones Francesc Macià uno de sus líderes, proclamó el día 14, desde el balcón del palacio de la Generalidad, la República Federada Catalana dentro de la República Española y a continuación firmó un manifiesto en el palacio de la Diputación, en que proclamaba de nuevo el "Estat Català" bajo la forma de "una República Catalana", y pedía a los otros "pueblos de España" su colaboración para crear una "Confederació de Pobles Ibèrics".
La proclamación, no prevista, de la República Catalana, fue el problema más inmediato que tuvo que afrontar el Gobierno Provisional de la II Segunda República Española, enviando el 17 de abril a Barcelona varios ministros que después de tensas conversaciones, llegaron al acuerdo de que el consejo formado en Barcelona, actuaría como gobierno de la Generalidad de Cataluña, renunciando a la “República Catalana”.
Esto supuso la recuperación de un nombre histórico, que permitió resolver el conflicto abriendo el camino a una nueva forma de autonomía catalana y cuando se hizo patente el fracaso del proyecto de Estado Federal, Macià se vio obligado a aceptar un Estatuto de autonomía para Cataluña.
El proyecto de estatuto, fue refrendado en agosto de 1931 por una abrumadora mayoría y presentado a las Cortes Constituyentes, pero representaba un modelo federal de Estado que rebasaba la competencias de la Constitución de 1931, la cual definía a España como un "Estado integral" con una concepción unitaria y no federal.
Entre enero y abril de 1932, una comisión de las Cortes adecuó el proyecto de Estatuto de Cataluña a la Constitución y aún así encontró una enorme oposición en la cámara para su aprobación.
Tras cuatro meses de debates, el fallido golpe de Estado del general Sanjurjo en agosto de 1932 hizo acelerar la discusión, siendo finalmente aprobado en septiembre y, aunque era menos de lo que los nacionalistas catalanes habían esperado, cuando el presidente del Consejo de ministros Manuel Azaña fue a Barcelona para la presentación, lo recibieron con una gran ovación.
A las pocas semanas, se celebraban elecciones al Parlamento de Cataluña, con nuevo triunfo arrollador de ERC y se constituía el 6 de diciembre, con Lluís Companys como primer Presidente de la cámara legislativa, y ERC formando un gobierno monocolor.
En enero de 1934, la autonomía catalana asumía facultades judiciales, con el Tribunal de Casación de Cataluña y nuevos poderes ejecutivos, como el Orden Público al desaparecer los gobernadores civiles, que representaban al Estado en Cataluña y cuando el día de Navidad de 1933 muere el presidente Macià es elegido Lluís Companys para sucederle.
En 1939, acabada la Guerra Civil, la Generalidad se exilia y la dictadura militar deroga las instituciones catalanas, siendo detenido en Francia por la Gestapo el presidente Companys, extraditado a España y juzgado en consejo de guerra, siendo condenado a muerte y fusilado en el castillo de Montjuic, en 1940.
Los electores de 1931 debían de estar adoctrinados por Primo de Rivero. Mira que votar masivamente a ERC y al líder de Estat Català, Francesc Macià. Igual que ahora
ResponderEliminarInteresante figura Macià. Siendo Ex-Coronel del Ejercito español y terrateniente latifundista, se vuelca sin embargo de tal modo en la causa de Catalunya que en 1925 con 67 años llega incluso a irse, cruzando toda Europa clandestinamente hasta Moscú, a entrevistarse con los líderes de la URSS (Kámenev, Sinoviev) para obtener financiación en la lucha contra la dictadura. No la obtiene pero igualmente intenta la invasión por Prats de Molló (Pirineus). Un hombre de acción, patriota a ultranza.
ResponderEliminarLas historias son las historias, y ningún periodo de tiempo que haya sucedido algo diferente, hay que ocultarlo.
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