Tal día como hoy 19 de abril de 1884, pese a carecer de pruebas, es ejecutado en Jerez el campesino Juan Galán Rodríguez, acusado de matar a un ventero y a su mujer.
Durante los años 1882 y 1883 tuvieron lugar varios crímenes que han quedado plasmados para siempre en la Historia de Andalucía, todos atribuidos a la organización criminal denominada “La mano negra”.
Uno de ellos fue el llamado el ‘Crimen de Galán’, que se se produjo el 3 de diciembre de 1882 en la venta de Juan Núñez, donde aparecieron muertos sin saberse el autor, éste y su esposa.
Además de estos, apareció también el cadáver de un individuo muerto de un tiro a quemarropa, en cuyo sombrero se encontró un número de la “Revista Social”, lo cual se usó para encuadrar este crimen vulgar en otra causa sobre “La Mano Negra”.
La maquinaria judicial se puso en marcha y al día siguiente fue detenido Juan Galán, que tras una rápida instrucción fue juzgado entre el 18 y el 22 de septiembre del mismo año y condenado a dos penas de muerte, a pesar de no tener pruebas sólidas contra él.
Todo el pueblo de Jerez solicitó su indulto alegando su inocencia, sin embargo la petición no se tuvo en cuenta siendo ejecutado el 19 de abril de 1884 ante la consternación general, en la plaza del Mercado.
Este proceso ha de enmarcarse en la causa general iniciada por el gobierno contra “La Mano Negra”, una “sociedad secreta anarquista, violenta, terrorista y asesina, que basa sus terroríficos estatutos en la eliminación de todo orden establecido, condenando a muerte a todos los ricos y hacendados, además de prodigar el exterminio y el fuego”, todo esto según decían las versiones oficiales.
La expansión en Andalucía del anarco-colectivismo, hizo que la Guardia Civil buscara cualquier pretexto que permitiese asociar este movimiento con el bandolerismo, por lo que La Mano Negra se convirtió en la visión oficial del anarquismo rural andaluz.
Aunque los grupos anarquistas negaban tener que ver con tal organización y además no existían pruebas de ello, las fuerzas de seguridad llevaron a cabo una dura represión achacándole cualquier crimen, resultando quince penas de muerte a campesinos, de los que fueron ejecutados siete, al tiempo que los jueces eran condecorados.
El caso es que ya sea de manera voluntaria o involuntaria, la cosa derivó en una campaña psicológica sobre el anarquismo andaluz, por medio de la atribución de toda clase de crímenes.
Aunque durante muchos años se ha discutido la existencia de la supuesta organización, actualmente es opinión casi unánime de la historiografía, que todo fue un invento y una imputación injustificada del gobierno para aplacar las revueltas en los campos del sur de España.
La Mano Negra a la que se le atribuyeron asesinatos, incendios de cosechas y edificios, fue una invención gubernamental con el que se presionó a falsos testigos para que declarasen en contra de los imputados, aceptándose como prueba de su existencia, un papel encontrado en medio del monte bajo una piedra con la lista de integrantes de la organización.
En todos los tiempos, la parte trabajadora, siempre ha estado controlada a raya por la parte pudiente. Cundo no ha sido de una forma ha sido de otra. En la presente y desde hace ya bastante tiempo, tienen establecido las crisis económicas: Si reparamos, nos daremos cuenta, que las crisis son cíclicas, van sucediendo espaciadas cada cierto tiempo, sin variar mucho de una a la otra. En esta ocasión, han conseguido quizá mucho más que tenían previsto: han conseguido cargarse todos los derechos de los trabajadores y desmontar casi por completo el potenciar del estado. Y esperemos, que la cosa aún no ha terminado.
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