Creemos que no basta con hacer una simple lectura de la efeméride, basada solo en la singularidad del último comunicado de guerra, sino que para compendiarlo en pocas lineas, habría que hacer un pequeño resumen, desde diversos puntos de vida.
Para la mayoría los españoles del Frente Popular, la caída de Cataluña significó la derrota y el final de la guerra civil, como evidenció el rápido reconocimiento de Franco por Francia y Gran Bretaña.
De forma que ese sentimiento, se generalizó de manera completa a los pocos días, lo cual afectó a la desintegración de la zona republicana de diversas maneras y así, a primeros de febrero de 1939 se rinde Menorca, por una sublevación en Ciudadela de las tropas que hasta entonces eran fieles a la República.
Al mismo tiempo, las máximas autoridades republicanas, abandonaban el territorio nacional, quedando al mando Juan Negrin, con sus principales colaboradores los comunistas y su política de “resistencia a ultranza”, pero desde fines de 1938, la URRS había iniciado contactos con la "quinta columna" franquista, para negociar la rendición y cargos militares republicanos conscientes del final de la lucha, entregaron planos del despliegue propio al enemigo.
Negrín, decidió entonces cambiar los mandos militares, que en un porcentaje elevado estaban adscritos al comunismo, lo cual resultaba lógico, ya que era el único partido que parecía dispuesto a la resistencia a toda costa.
La noche del 4 de marzo, se empezaron a producir movimientos en Cartagena, con una sublevación contra la República y a las pocas horas otra en Madrid, que Negrín trató de evitar pero carecía por completo de autoridad, formando un Consejo Nacional de Defensa a quien lo animó el coronel Casado.
Ambas sublevaciones tenían sentido anticomunista y el socialista Julián Besteiro, que formaba parte de ella, afirmó temer, una oleada de terror por parte del PCE, diciendo de estos que: "estamos derrotados nacionalmente por habernos dejado arrastrar a la línea bolchevique, que es la aberración política más grande que han conocido quizá los siglos".
En realidad, la gente de la calle no eran ni fascistas ni bolcheviques y por eso se mantuvieron neutrales ante la sublevación, que produjo durísimos combates entre los días 6 y 11, siendo los comunistas derrotados por los anarquista de Cipriano Mera, que calificó de "traidor" al PCE.
Fue entonces cuando el coronel Casado y Besteiro intentaron negociar con Franco, pensando que haber eliminado a los comunistas les daría más fuerza, pero Franco quería acabar con todo el Frente Popular, e incluso Besteiro, creyó ingenuamente que a él no le pasaría nada y que sería posible reconstruir la UGT.
Pero las conversaciones del 23 y 25 de marzo, demostraron que Franco no quería otra cosa que la rendición incondicional, iniciando una ofensiva final y demostrando falta de generosidad y, en tales condiciones, fue imposible organizar nada y por eso, cuando el 1 de abril anunció la victoria, había hecho con sus adversarios, como él decía: "que se cocieran en su propia salsa", lo cual explica lo que después sucedió durante su régimen.
De esta forma acabó la guerra civil española, la cual no era inevitable, pues la sociedad española no era más conflictiva ni los detonantes fueron más graves que los de otros países, donde no se produjo.
Lo que resulta evidente hoy en día, es que el conflicto tuvo como principal consecuencia un gigantesco retroceso, y no solo no fue posible la convivencia, sino que hundió en todos los aspectos la vida nacional.
El desenlace de la Guerra Civil se decidió en la política europea de aquellos años. El período 1936-1939 es el ascenso y apogeo del fascismo en Europa. Ninguna casualidad que el golpe se diera en ese momento. Apoyo pleno con tropas y armas de Italia y Alemania. "No intervención" cobarde de las democracias Francia e Inglaterra (Appeasement). Política de "Socialismo en un solo país" de Stalin. Culminación el 30/Septiembre/1938 (en plena batalla del Ebro, mazazo)con el pacto de Múnich: bajada de pantalones frente a Hitler, traición a Checoeslovaquia.
ResponderEliminarNi la República ni la Confederación tenían ninguna posibilidad.
Apena pensar en Julián Besteiro, hombre inteligente,honesto que tuvo el valor de no huir y dar la cara. Apartado por sus correligionarios que se escoraron al bolchevismo en contra de su opinión y reprimido por los vencedores que cometieron la villanía de dejar morir en la cárcel a este hombre, ya enfermo.
ResponderEliminar¡Desgraciada época de extremismos! Confiemos en que no se repitan.