Tal día como hoy, 8 de marzo y desde hace ya más de un siglo, se celebra el día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Este día, se conmemora la lucha de la mujer en igualdad con el hombre, en la sociedad y su desarrollo como persona, siendo su primera celebración el 19 de marzo de 1911 en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, extendiéndose luego a numerosos países, hasta que en 1977, las Naciones Unidas, proclamaron el 8 de marzo, como Día Internacional por los Derechos de la Mujer.
La historia de la mujer en la antigüedad fue siempre contada por hombres, aunque hay algunas figuras, como la matemática y astrónoma Hipatia de Alejandría, en el siglo IV, asesinada brutalmente por cristianos integristas, como paradigma de la mujer científica y libre, símbolo de libertad de pensamiento y autonomía personal.
Durante la Revolución francesa, la mujer tomó conciencia por primera vez, de su situación social y junto a los hombres, reclamó sus derechos bajo el lema “libertad, igualdad y fraternidad”, como lo demuestra la “Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana” de 1791, uno de los primeros documentos que propone la emancipación femenina la igualdad y la equiparación jurídica y legal en relación a los varones, así como el voto femenino
A mediados del siglo XIX, los movimientos de la mujer toman fuerza, con los denominados “movimientos sufragistas” de origen burgués, con nombres emblemáticos como Flora Tristán, pero será el 28 de febrero de 1909, cuando se celebre por primera vez en Nueva York, el “Día Nacional de la Mujer” en conmemoración de la huelga de trabajadores textiles de 1908 efectuada por unas mejores condiciones de trabajo, jornada laboral, salario digno y derecho al voto.
En 1910, las mujeres socialistas en Copenhague, a propuesta de Clara Zetkin, proclaman el 8 de marzo como “Día Internacional de la Mujer Trabajadora”, que se celebró el 19 de marzo de 1911 y una semana después, el 25 de marzo, más de 140 jóvenes trabajadoras, la mayoría inmigrantes, murieron en el incendio en la fábrica textil Triangle Shirtwaist de Nueva York y tras ello, se analizaron las condiciones laborales que condujeron a aquel desastre. Este siniestro fue determinante para activar la conmemoración.
Vísperas de la primera guerra mundial, las mujeres de Rusia celebraron en 1913 su primer Día de la Mujer y el 8 de marzo y, en toda Europa, las mujeres celebraron mítines para protestar por la guerra y solidarizarse con las demás mujeres.
En plena Primera Guerra Mundial, se produjo en Rusia la “Revolución de Febrero”, primera etapa de la Revolución rusa de 1917 y en ese contexto, la factoría Putilov cerró, quedando 30.000 trabajadores en situación desesperada, y en la huelga posterior se disparó a los huelguistas lo que provocó conflictos en otros centros de trabajo.
En febrero de 1917, incidentes en las colas por conseguir pan, se convirtieron en manifestaciones contra el zar y a favor del final de la guerra, comenzando el levantamiento popular que acabó con la monarquía, sin preparación ni coordinación de los partidos revolucionarios.
El Día Internacional de la Mujer ha adquirido durante el siglo XX dimensión mundial y el movimiento en defensa de sus derechos, reforzado por las Naciones Unidas, ha celebrado cuatro conferencias mundiales y contribuido a que la conmemoración de este día sea punto de convergencia en favor de los derechos y participación en la vida política y económica femenina.
Hoy pienso, que es por tanto, el “Día Internacional de la mujer”, sin que sea preciso agregarle el apellido “trabajadora”, pues son excepcionales los casos en los que la mujer no trabaja.
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