martes, 22 de marzo de 2016

Los templarios, una orden religiosa rodeada de misterio.

Tal día como hoy 22 de marzo de 1312, por orden del papa Clemente V en la Bula "Vox in Excelso", se suprime la Orden del Temple.

“La Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón”, también llamada Orden del Temple fue creada en 1129, siendo una de las más poderosas órdenes militares cristianas de la Edad Media, cuyo propósito era proteger las vidas de los que peregrinaban a Jerusalén, creciendo rápidamente en tamaño y poder, empleando como distintivo un manto blanco con una cruz paté roja dibujada en él y se encontraban entre las unidades mejor entrenadas de las Cruzadas.

Al principio, se dedicaron solo a escoltar a peregrinos que acudían a los Santos Lugares, pero su número aumentó significativamente y en 1170, se extendían ya por Francia, Alemania, Reino Unido, España y Portugal, lo cual contribuyó al enorme incremento de su riqueza, como no había en todos los reinos de Europa.

Tuvieron destacada participación en la Segunda Cruzada, pero las derrotas ante Saladino, en “la batalla de los Cuernos de Hattin”, de 1187 en Tierra Santa, les infligió un gran descalabro, cayendo prisionero el gran maestre y pereciendo muchos caballeros templarios y hospitalarios, tomando Saladino posesión de Jerusalén.

Después del desastre, los templarios se vieron obligados a mudarse a San Juan de Acre, intentando una nueva penetración desde Chipre, pero su esfuerzo sería inútil pues la mentalidad había cambiado y  nadie en Europa estaba interesado en los Santos Lugares, por lo que se quedaron solos.

Simultáneamente, se establecen en la Península Ibérica entre 1130 y 1131 y el conde de Barcelona Ramón Berenguer III, pidió entrar en la orden, y, Alfonso I de Aragón en 1134, cede su reino a los templarios en testamento, el cual seria revocado por la nobleza, aunque recibieron numerosas concesiones, de tierras y derechos comerciales.

Ante la invasión almohade, lucharon activamente junto a los ejércitos de Alfonso VIII de Castilla, Sancho VII de Navarra y Pedro II de Aragón en la batalla de Las Navas de Tolosa  y colaboraron en la conquista de Murcia.

Su fin llegó cuando en 1306, se negaron a fusionarse bajo un único rey, a pesar de las presiones papales y tras un primer fracasado intento, Felipe IV de Francia, ante las inmensas deudas que tenia con la Orden, las cuales no podía pagar, presionó e intimidó al papa Clemente V, para que iniciase un proceso contra ellos, acusándolos de sacrilegio a la cruz, herejía, sodomía y adoración a ídolos paganos, entre otras cosas, contando con la acción de un espía a sus órdenes que “confesó” que todo esto lo había sabido directamente de boca de un templario.

Con tan endeble argumento, ciento cuarenta templarios fueron encarcelados y sometidos a torturas, hasta que la mayoría se declararan culpables de los cargos inventados, como el gran maestre, quien luego admitió haber mentido para salvar la vida, mientras el rey de Francia se hacia proclamar por ello “campeón y defensor de la fe” por luchar y desenmascarar los supuestos crímenes de los templarios, todos los cuales fueron, tras el juicio quemados en la hoguera en marzo de 1314.

Cuentan que ya en la hoguera, el Gran Maestre exclamó: “¡Pagarás por la sangre de los inocentes, Felipe, rey blasfemo! ¡Y tú, Clemente, traidor a tu Iglesia! ¡Dios vengará nuestra muerte, y ambos estaréis muertos antes de un año!”. Sea como fuera, ambos murieron antes de cumplirse el plazo.

Sus bienes fueron repartidos entre los diversos estados, mientras se corrían todo tipo de historias sobre sus actividades, la más popular de las cuales fue de ocultismo y rituales de renegación de la cruz o de Cristo o idolatría, como adoración de un gato en las asambleas, ídolos que veneraban como a Dios; una cabeza que dio la riqueza de la Orden, e hizo que los árboles florecieran y las tierra germinasen y otras supercherías, leyendas y cuentos diversos, típicos de la Edad Media.

3 comentarios:

  1. Excelente información de una de las órdenes más enigmáticas, si no la que más de la Edad Media.

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  2. Está orden como la de los Cátaros, su enigma sigue latente, por lo menos según mis conocimientos.
    En dicho tiempo existía algunas más como las ordenes Rosacruz en sus diferentes formas.

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