miércoles, 2 de marzo de 2016

El descubridor de las cataratas de Iguazú.

Tal día como hoy 2 de marzo de 1542 Alvar Núñez Cabeza de Vaca, de Jerez de la Frontera - Cádiz - descubre las cataratas del Iguazú.

Álvar Núñez fue un descubridor y conquistador, que exploró la costa sur de Norteamérica desde Florida hasta el Golfo de California, territorios que pasaron al Imperio Español, recibiendo del rey Carlos I el título de Segundo Adelantado, capitán general y gobernador del Río de la Plata, siendo el primer europeo en llegar a las cataratas del Iguazú.

Era de familia hidalga y en 1512 se alistó para luchar contra Francia y posteriormente, participó en la Guerra de las Comunidades en 1520, embarcando en junio de 1527, hacia América, como tesorero y alguacil mayor del gobernador Pánfilo de Narváez, para conquistar Florida y buscar la “Fuente de la eterna juventud”, llegando a esta península en abril de 1528.

A su llegada, los indios les indicaron que el oro se encontraba "más allá", adentrándose de forma imprudente en un territorio hostil, sin alimentos ni modo de comunicarse y al poco empezaron las penurias, habiendo de comerse los caballos  y sufriendo continuos ataques de los indios.

Sin cañones ni materiales, los fabricaron de palo y pieles de ciervos e hicieron cinco barcazas, para navegar por la costa hacia el Este, hasta que solo 15 hombres quedaron vivos, siendo bien tratados por los indios y luego repartidos como sirvientes de estos y, tras seis años de vida como indígenas, aprendieron a tejer el mimbre, el camuflaje y la guerrilla, así como el curanderismo, mezclado con conocimientos médicos europeos.

Creyendo que en el norte encontrarían oro, remontaron el río Bravo, ejerciendo de curanderos mediante imponer manos y rezar avemarías y padrenuestros en latín, pero cuando Cabeza de Vaca extrajo una flecha que un indígena tenía clavada cerca del corazón, su fama de curandero entre las tribus no les abandonó, ganándose la voluntad de los nativos.

Durante el viaje, escribió observaciones etnográficas sobre indígenas del golfo de México, que plasmó en “Naufragios”, considerada la primera narración histórica sobre Estados Unidos, en la cual describe sus vivencias y las de sus tres compañeros, que atravesaron a pie el suroeste de los actuales Estados Unidos y el norte de México.

Los cuatro supervivientes, hablaron a los españoles sobre comentarios de “ciudades colmadas de oro” por lo que el virrey de Nueva España, organizó una expedición para encontrar el lugar pero la búsqueda fue infructuosa y demostró que todo era falso.

Vuelto a España en 1537, consiguió el título de Segundo Adelantado del Río de la Plata, regresando en 1541 para llegar a Asunción del Paraguay, sede de la gobernación, cruzando con su expedición la selva y descubriendo las cataratas del Iguazú: “el río da un salto por unas peñas abajo muy altas, y da el agua en lo bajo de la tierra tan grande golpe que de muy lejos se oye; y la espuma del agua, como cae con tanta fuerza, sube en alto dos lanzas y más”.

Pronto entró en conflicto con los colonos españoles allí establecidos, que rechazaban su autoridad, sus proyectos de organizar la colonia y erradicar la anarquía, por lo que se sublevaron en 1544 enviándole a España acusado de abuso de poder, aunque en realidad era por haber exigido el cumplimiento de las Leyes de Indias, que protegían a los indios, sin embargo el Consejo de Indias lo desterró a Orán en 1545, aunque no llegó a cumplirlo pues recurrió para ver restablecido su honor, aunque  no su hacienda.

Aunque los últimos años de su vida son una incógnita, se sabe que murió en Sevilla el 27 de mayo en 1559, siendo improbable, como se ha afirmado, que tuviera algún cargo de relevancia en sus últimos años e incluso es posible, que tomase los hábitos y acabase sus días como monje en un monasterio.

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