Tal día como hoy 15 de marzo de 1907, Vicente Blasco Ibáñez, renuncia a su acta de diputado por Valencia, en vista de la inutilidad parlamentaria.
Blasco Ibáñez fue un escritor, periodista y político español, influido en su formación política y literaria por el escritor radical Constantí Llombart, en cuyas tertulias republicanas se colaba siendo Vicente adolescente y, quien hizo de él su heredero literario.
Su dificultad con las matemáticas, le llevó a estudiar derecho, licenciándose en 1888 aunque prácticamente no ejerció la carrera, participando de estudiante en acciones de agitación republicana y anticlerical, como “reventar” los rosarios de la aurora del arzobispado, ingresando con 20 años en la masonería con el nombre de “Danton”.
Pronto comenzó a asistir a reuniones del Partido Republicano Federal, donde advirtió su tremendo poder de persuasión y capacidad de enardecer y entusiasmar a las gentes, siendo acusado de injurias al poder público, por lo que huyó a París en 1890 y comenzó su etapa periodística, pues con 16 años fundó un periódico que, al ser menor edad, puso a nombre de un amigo zapatero.
A su vuelta, en 1892 se dedica a la política, convirtiéndose en el "político más popular” y más temido por su capacidad de arrastrar gente, obteniendo en 1898 un escaño en el Congreso de los Diputados por Unión Republicana, caracterizado por su oposición a la monarquía e ideales republicanos, organizando en Valencia un movimiento de masas de clases trabajadoras y siendo encarcelado por un alboroto anticlerical, contra peregrinos que se dirigía a Roma y por soliviantar a la gente, contra la guerra de Cuba, lo que le obliga a huir a Italia.
De nuevo elegido diputado en 1905, decidió trasladarse a Madrid pero dos años después renunció a su escaño y abandonó la vida política activa, hasta la llegada de la Dictadura de Primo de Rivera a la que combatió desde el exilio.
En 1914 estalla la Primera Guerra Mundial y, Blasco comienza a publicar una Historia de la guerra europea en fascículos, mostrándose favorable a los aliados y comenzando a escribir la novela que le haría rico y famoso en el mundo entero: “Los cuatro jinetes del Apocalipsis”.
En Europa esta novela pasó desapercibida, pero en Estados Unidos obtuvo un enorme éxito, siendo el libro más vendido en aquel país en 1919 mientras él, se convierte en el hombre más popular de América, a quien todos querían conocer.
En España, se había iniciado la Dictadura de Primo de Rivera y aunque declaró que se encontraba alejado de la política, pronto decidió combatirla, para lo que crea la revista “España con honra”, órgano de la oposición exiliada, renunciando a su candidatura de ingreso en la Real Academia Española y como reacción, la prensa nacional lanza una campaña denigratoria contra él, mientras el Ayuntamiento de Valencia, arrancó la placa con su nombre en la calle de la ciudad.
Cuando estaba empezando una nueva novela; “La juventud del mundo”, murió en su residencia de Francia, el 28 de enero de 1928, de una neumonía con 61 años, siendo trasladados sus restos a Valencia tras la llegada de Segunda República Española, cumpliéndose así su deseo, aunque su mausoleo no llegó a realizarse al estallar la Guerra Civil.
Acabada la guerra, su memoria fue borrada, sus libros prohibidos, su familia perseguida y sus bienes incautados, las obras realizadas hasta entonces en el mausoleo fueron destruidas y el solar utilizado años más tarde, para construir un crematorio y hoy día, sus restos reposan en un nicho ordinario, casi anónimo, en el cementerio civil de Valencia.
Aunque Blasco Ibañez hablaba valenciano, escribió siempre en castellano con ligeros toques de valenciano en sus obras.
Sin lugar a dudas, uno de los hombres más influyentes de su tiempo a quien no perdonaron ni después de muerto.
ResponderEliminarSin lugar a dudas, uno de los hombres más influyentes de su tiempo a quien no perdonaron ni después de muerto.
ResponderEliminarAsi es Pepe, en política los odios son eternos...
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