Tal día como hoy 29 de marzo de 1985 España llega a un acuerdo histórico con la Comunidad Económica Europea para su integración, tras 23 años de negociaciones.
El Acta de Adhesión de España a las Comunidades -en la actualidad la Unión Europea- fue firmado poco después, 12 de junio en Madrid, incorporación que se hizo al mismo tiempo que la de Portugal.
Tras su ingreso, se produjo en España un periodo de prosperidad y durante cinco años logró el mayor índice de crecimiento de toda la Comunidad, mediante la liberalización, apertura y racionalización de la economía, tras el Plan Nacional de Estabilización Económica en 1959 y supuso la salida del aislamiento internacional que padecía y la estabilización de la naciente democracia.
España, solicitó ingresar por primera vez en febrero de 1962, durante la dictadura de Franco, pero dado que era requisito necesario tener un régimen democrático fue denegado, aunque esto no impedíó realizar otro tipo de relaciones, aunque no participaba en las decisiones del gobierno de la Comunidad
La posición española chocaba, debido al nacionalismo español de aquellos momentos, pero puesto que el régimen franquista no podía sobrevivir aislado, inició una liberalización económica en 1959 , aunque pese a ello, estados como Bélgica o Italia no admitían a la España de Franco como Estado asociado; otros eran favorables y otros indefinidos, todos empujados por las protestas de la izquierda europea, para relacionarse con un gobierno que no respetaba los derechos humanos.
Por todo ello, se llegó a la firma de un Acuerdo Preferencial en 1970, aunque meramente de carácter económico, y con el gobierno de Adolfo Suárez, se aprobó iniciar las negociaciones en las que España tuvo que cumplir varios de los requisitos de adhesión, en relación a los valores europeos y el respeto de la dignidad de la persona:
Realmente, las negociaciones estaban condicionadas a resolver problemas internos de la Comunidad, pero tras el Golpe de Estado en España el 23 de febrero de 1981, el propio Parlamento Europeo solicitó una aceleración de la adhesión para estabilizar la incipiente democracia, aunque medidas económicas como la introducción del IVA, lo ralentizó de nuevo.
Tras las elecciones de 1982, asumió las negociaciones el gobierno de Felipe González, que supuso, una mejor sintonía y un cambio de postura con Francia, con un gobierno también socialista, y finalmente, se llegó al acuerdo por una causa externa, cuando el presidente español aceptó, misiles estadounidenses en territorio de los miembros de la CEE, lo que suponía un vínculo entre la pertenencia a la Comunidad Europea y la alianza político-militar con los EEUU, contra la que siempre se había mostrado contrario el presidente español.
De cualquier forma, quedaron asuntos pendientes y así, se programó la desaparición progresiva de aranceles agrícolas generales y, el libre comercio de frutas, hortalizas y aceite de oliva se retrasó hasta 1996. y las restricción a la libre circulación de trabajadores españoles, durante siete años.
En la integración se plantearon casos particulares, Canarias, Ceuta y Melilla y el archipiélago en el acuerdo quedó excluido de la unión aduanera, de las políticas agrícolas comunitarias y de la obligatoriedad del IVA, aunque esto se modificó en negociaciones posteriores.
Tras todo este larguísimo y complejo proceso, el Acta de Adhesión se firmó el 12 de junio de 1985 y ese mismo día, se realizó un acto similar en Lisboa ratificando la incorporación de Portugal y días después de esta firma, el 28 de junio, el Consejo se reunió en Milán para iniciar la reforma de la CEE que llevaría al Acta Única Europea en febrero de 1986. y España ya formaba parte, de su toma de deliberaciones.
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