Aunque desde el siglo II A.C, se cree que esta isla, cercana a la costa mejicana, estaba habitada, fue la llegada en el siglo VIII de pobladores procedentes de Tabasco formada por grupos mayas, navegantes y comerciantes, los que hicieron de Cozumel un punto importante de su área de influencia, introduciendo nuevas formas de organización social, estilos arquitectónicos y culto religioso, como la diosa Ix Chel; del amor, la gestación, los trabajos textiles, la luna y la medicina, que tuvo en la isla su principal santuario, provocando hacia ella peregrinaciones de todo el mundo maya.
La isla, era además centro de comercio con tierras lejanas en donde se almacenaban mercancías, antes de enviarse a otros puntos de distribución en Centro América.
Todo cambió el 3 de mayo de 1518, con la llegada del capitán español Juan de Grijalva, primer español en descubrir y desembarcar en la isla que llamó de "Santa Cruz de la Puerta Latina", y donde se mandó decir la primera misa en territorio mexicano.
Cuando al año siguiente en febrero de 1519, Hernán Cortés inicia la conquista de México desembarcó en Cozumel, donde ya había españoles, como el náufrago Gonzalo Guerrero que se negó a volver a España, pues tras ocho años allí se había adaptado a las costumbres mayas, y estaba casado con una dama principal con la que tenia hijos, por lo que se le considera el padre del mestizaje en México.
Años más tarde, un capitán llegado con Cortes - Francisco de Montejo - hizo en 1525 una solicitud al rey de España, para que autorizara la conquista y desarrollo de la isla, a la que llegó en septiembre de 1527, dándole el nombre de “San Miguel de Xamancab.”
Sin embargo, pronto se dieron cuenta los españoles que no tenían que hacer escala en ella para ir a Mejico, con lo que esta quedó excluida como puerto de llegada, lo que supuso la supresión del comercio maya y el culto a la diosa Ix Chel, por lo que privados de su principal actividad económica, los nativos se vieron forzados a depender sólo de la agricultura para subsistir.
A partir de ahí, la isla quedó prácticamente deshabitada, por varios motivos; las epidemias por enfermedades traídas por los españoles, la explotación a que fueron sometidos los naturales, el hundimiento de su economía e incluso el colapso de su religión, sustituida por la católica.
La isla se convirtió entonces en refugio de piratas y corsarios, que actuaban en el Caribe, que ocasionalmente recalaban en ella para abastecerse de agua, alimentos frescos y reparar sus navíos, muchos de los cuales fueron apresados por los españoles siendo juzgados, condenados y ajusticiados por el tribunal de la Santa Inquisición.
Después de la Segunda Guerra Mundial, el desarrollo de las vías de comunicación y de la infraestructura de servicios, abrió el desarrollo turístico, que hoy día es la base de la economía local, sobre todo a partir de 1956 al descubrirse la riqueza de los arrecifes de coral que la rodean, convirtiéndose en centro para submarinistas y llegada de cruceros turísticos, siendo el primer destino de este tipo de embarcaciones en México.
Hoy día es uno de los puntos centrales de turismo en la “Rivera Maya”.
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