viernes, 27 de mayo de 2016

Pedro de Córdoba, un dominico protector de los indios.

Tal día como hoy 27 de mayo de 1517 el fraile dominico Pedro de Córdoba,  escribe una carta a los reyes de España conocida como "la carta latina", en la que insta al monarca a la protección de los indígenas americanos.

Fray Pedro de Córdoba, fue uno de los primeros evangelizadores de América y protector de los indios, denunciado junto con su comunidad y por vez primera, el régimen de encomiendas y los abusos que se daban en él.

Andaluz nacido en Córdoba, cursó los estudios de Leyes en la Universidad de Salamanca, entrando allí en contacto con los dominicos y, atraído por la personalidad y forma de vida de estos religiosos, decidió hacerse fraile de su congregación.

Siendo ya religioso, continuó estudios de artes, filosofía y teología, hasta que en 1510 fue enviado a Santo Domingo en la isla de La Española, fundando junto con otros frailes dominicos, la primera comunidad de la orden en América..

Fray Pedro se dedicada la evangelización y educación de los indígenas llegando a publicar un catecismo en 1544, para la enseñanza de la doctrina a los indios.

Pero al año siguiente de su llegada y una vez tomó conciencia de los abusos a que se sometía a la población indígena, en el sermón del 21 de diciembre de 1511, hizo una denuncia pública contra tales abusos, cometidos en el sistema de encomiendas que llegaba a someter a un régimen de esclavitud a los encomendados, saltándose las obligaciones que el sistema imponía a los colonizadores.

Se llamaba “encomendero” al que por Merced Real tenía indígenas confiados a su cuidado en las colonias de América y Filipinas, una institución colonial llamada así, cuya finalidad en primer lugar, era la de enseñar a los nativos la doctrina cristiana; defenderlos y ayudarles a aumentar su bienestar.

Tales encomiendas, eran un privilegio poco otorgado y para recibirla había que probar la limpieza de sangre y honor del linaje, por lo tanto, sólo las personas con condición de hidalgos y acreditación de nobleza podían recibirla.

Los encomenderos, tradicionalmente, tenían gran autoridad y poder en la sociedad colonial, pues recibían enormes cantidades de tierra de gran valor productivo, donde los indígenas encomendados tenían la obligación de trabajar y producir a cambio de una remuneración que nunca recibían..

La denuncia del fraile, molestó enormemente a la poderosa sociedad colonial, que basaba sus riquezas en la explotación esclavista de los indígenas, siendo tal el malestar, que Pedro de Córdoba se vio obligado a volver a España a responder a las acusaciones, que desde allí le llegaron al rey.

No obstante, libre de todos los cargos, sus razones sirvieron para que las Leyes de Burgos fueran humanizadas, respecto al trato a dar a los indios.


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