Tal día como hoy 17 de mayo de 1993, el “Camino de Santiago”, es declarado patrimonio cultural europeo por los ministros de Cultura de la Unión Europea.
Existen estudios, en el sentido de que el Camino es una cristianización de antiguas peregrinaciones de origen prerromano al “Ara Solis”, situado en Finisterre, donde primitivos pobladores de la península adoraban al sol y su muerte y resurrección diaria, lo cual fue sustituido por la idea cristiana de Jesucristo, como la luz del mundo - "Ego sum lux mundi" - evolucionando hacia el cristianismo esta creencia pagana.
El Camino de Santiago actual, es una ruta que recorren peregrinos de todo el mundo para llegar a Compostela a venerar los supuestos restos del apóstol Santiago, cuyo culto se inició en el siglo VIII al difundirse la leyenda, de que el apóstol había sido enterrado en estas tierras, coincidiendo el hallazgo del supuesto sepulcro, con la llegada de mozárabes huidos de las zonas dominadas por los musulmanes, buscando poder practicar su religión.
Esta necesidad de identidad y el temor a que todo el mundo cristiano desapareciese ante el empuje imparable de los musulmanes, pudo ser el detonante que originó la leyenda y el posterior culto.
Alfonso II de Asturias en el 797, mandó construir una iglesia en el lugar que, de acuerdo a tradición, reposan los restos del apóstol, la cual se convirtió en uno de los principales centros de peregrinación de la Cristiandad y dio origen al actual Camino de Santiago.
Con el beneplácito de Carlomagno, que quería defender sus fronteras de invasiones árabes, Compostela se convertirá en centro de peregrinaje durante la primera mitad del siglo XI, pues la noticia se extendió por toda la Europa y los peregrinos comienzan a llegar al llamado “Campus Stellae”, que acabará siendo Compostela.
Paradójicamente, el caudillo musulmán Almanzor fue el gran revitalizador del Camino y quien provocó su fama internacional, pues al no destruirlo en el 997, el hecho fue tomado como un nuevo milagro del santo y los monjes de Cluny, el más importante centro cristiano europeo, elaboraron el Códice calixtino y redactaron la Historia compostelana.
El número de caminantes creció a partir del siglo X, siendo Roma, Jerusalém y Compostela los destinos más importantes de la cristiandad, por lo que los reyes de Navarra, Aragón, Castilla y León facilitan el viaje mediante la construcción de puentes, caminos y edificación de hospitales.
Después del siglo XIV, tras acabarse la reconquista y alejarse el peligro musulmán, el Camino perdió el esplendor anterior, pero no puede negarse que España y Europa se constituyeron alrededor de él a través del llamado “Camino Francés” que aglutinaba los pueblos europeos.
El privilegio concedido por el papa Alejandro III en 1179, consistente en que el año que el 25 de julio – día del apóstol- cae en domingo, se podrían ganar en Compostela la misma bula que se ganaba en Roma los años jubilares, aumentó este flujo migratorio.
El primer intento de revitalización moderan del camino se produjo en 1962, pero esta iniciativa apenas tuvo éxito y en el Año Santo Compostelano de 1993, el gobierno gallego decidió potenciarlo como recurso turístico, como el “Xacobeo 93”.
Desde entonces, hacer el recorrido a pie, en bicicleta o a caballo es un destino popular que reúne lo religioso, espiritual, deportivo, cultural y económico al mismo tiempo, tal y como ha venido ocurriendo desde el principio a través de los siglos.
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