Tal día como hoy 16 de mayo de 1509, zarpa del puerto de Cartagena la escuadra que, al mando del cardenal Cisneros, había de conquistar Orán, en la actual Argelia.
La toma de Orán en 1509, plaza que estaría a partir de entonces bajo dominio español durante cerca de doscientos años, fue una iniciativa del Francisco Jiménez de Cisneros que financió la expedición, con la condición de que la ciudad quedara bajo la jurisdicción de la Archidiócesis de Toledo, contando con el apoyo de Fernando el Católico.
El cardenal - que había sido regente del reino - convenció al rey Fernando “El católico” de la conveniencia de iniciar campañas militares en el norte de África, ofreciéndose a financiarlas él mismo con las rentas de su señorío eclesiástico y el monarca le designó capitán general de la campaña, y a Pedro Navarro conde de Alvito, noble, marino, militar e ingeniero, le nombró maestre de campo encargado de dirigir las operaciones sobre el terreno, pero Navarro aceptó de mala gana el nombramiento de Cisneros y su teórica subordinación al prelado..
La armada, compuesta por 90 naves y 22.000 soldados, se concentró en el puerto de Cartagena,, pero bien pronto surgieron fricciones entre el cardenal y el conde, antes incluso de iniciar la salida, a causa del reparto previo del botín que Navarro hizo, de las fustas – naves moriscas - entre los participantes en la conquista, en vez de destinar la mitad a financiar la expedición, como estaba convenido.
La flota zarpó el 16 de mayo de 1509, llegando al día siguiente a Mazalquivir - bajo control español desde cuatro años antes - desde la que saldría el 18 para Orán, importante ciudad costera de 10.000 habitantes, bien fortificada y artillada.
Aunque Cisneros quería marchar en cabeza del ejército, finalmente Navarro le convenció de que se quedara en Mazalquivir, y planificó un ataque por mar y tierra que culminó en fácil victoria, pues mientras la armada bombardeaba las murallas, la fuerza terrestre se enfrentó con el enemigo y le obligaron a replegarse dentro de Orán.
Luego, se inició el asalto con cobertura artillera y ayuda de minas y, tras apenas dos o tres horas de combate, se produjeron de 4.000 a 5.000 bajas turcas, entre ellos gran cantidad de civiles, por sólo 300 españolas, obteniendo gran botín en la ciudad y barcos capturados, con un monto de 500.000 escudos en monedas, mercancías, esclavos y rehenes.
Navarro tomó posesión de Orán en nombre del rey, por lo que la plaza pasaba a manos de la Corona y privaba a partir de entonces del mando a Cisneros y al día siguiente, el cardenal se trasladó desde Mazalquivir, realizándose actos de celebración en la ciudad de donde se liberaron unos trescientos cautivos cristianos presos.
La política de expansión en el norte de África tomando plazas costeras, sin penetración en el continente, continuó los años siguientes con la conquista de Bugía y Trípoli y el vasallaje ofrecido al rey católico por parte de Túnez y Argel.
Sin embargo, tras la participación de la corona española en la Santa Liga que culminó en la victoria de Lepanto, la corona puso en segundo plano la denominada “guerra de África”, ante otros prioritarios asuntos.
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