La Batalla de Pensacola - actualmente de EE.UU.- supuso la culminación del esfuerzo de España por reconquistar la Florida del dominio británico, en el contexto de la Revolución americana.
Por el Tratado de París de 1763, España cedió a Gran Bretaña La Florida, a cambio de su retirada de las ciudades de La Habana y Manila, mientras de Francia recibió en compensación la Luisiana, que los franceses no podían mantener.
En 1781, España e Inglaterra estaban otra vez guerra, pero las noticias de su inicio llegaron a los territorios españoles antes que a los ingleses, por lo que el gobernador de la Luisiana, Bernardo de Gálvez, decidió dar un golpe de mano para recuperar el territorio cedido y para esto Gálvez reunió tropas venidas desde distintos puntos y abastecimientos de Cuba, la Luisiana y otras partes y sin perdida de tiempo se dirigió hacia Pensacola.
Su ejército contaba con 7.000 hombres, lo que, para la época, era un número considerable y estaba compuesto de soldados blancos, negros, cobrizos y mestizos y de manera inmediata el 9 de marzo dio comienzo al sitio de la ciudad.
Sin embargo el jefe de la escuadra española y responsable de su seguridad, se negó a que los barcos entraran en la bahía, pues había encallado uno de ellos en la primera barra del acceso, por lo que Bernardo de Gálvez se embarcó en el bergantín Galveston, y tras izar la bandera de almirante, entró solo en la bahía para dar ejemplo a los demás.
Al ver su valeroso gesto, toda la flota lo siguió, cañoneando a los ingleses, lo que bajó la moral de estos que carentes de alimentos y desilusionados comenzaron a luchar sin convicción de victoria.
Desde la Habana se envió entonces una flotilla con refuerzos de 1600 hombres, que el 19 de abril fueron avistados por los españoles que en principio pensaron eran naves al socorro del enemigo, pero el día 20 desembarcaron las tropas reiniciándose la lucha, hasta que el 8 de mayo de 1781, los ingleses se rindieron quedando prisioneros al general y el almirante británicos.
El rey Carlos III, otorgó a Bernardo de Gálvez los títulos de vizconde de Gálveston, conde de Gálvez y el nombramiento de mariscal de campo, además de un título en su escudo de armas que no le abandonaría jamás… “Yo solo”.
Poco tiempo después, Gálvez se apoderó de la isla Nueva Providencia en las Bahamas, abortando el último plan británico de resistencia, manteniendo el dominio español sobre el Caribe, acelerando el triunfo de las armas norteamericanas.
A pesar del mérito de sus acciones, en España, Bernardo de Gálvez – como es tristemente lógico - se mantuvo siendo un desconocido durante siglos y solo en 2008, se creó en Málaga la “Asociación Cultural Bernardo de Gálvez”, mientras por contra, en su honor los norteamericanos han erigido estatuas y monumentos en Pensacola, Nueva Orleans y Washington, siendo considerado por ellos, un héroe.
Pasa el tiempo, pero los españoles seguimos siendo, por desgracia, siempre los mismos..
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En USA hay varias ciudades con el nombre del héroe: Galvestone.
ResponderEliminarGracias a su gesta, Gálvez obtuvo del rey el monopolio de fabricar todos los naipes que se utilizaran en las colonias. La fábrica se construyó en Macharaviaya, la Real Fábrica de Naipes, cuyos fardos de barajas eran llevados en burro hasta el puerto de Málaga para su embarque a las Indias.