Gil, de orígenes humilde, fue un empresario singular; presidente del Club Atlético de Madrid y alcalde de Marbella –Málaga-, comenzando su vida laboral en una tienda de repuestos de automóviles y aunque inició estudios de Ciencias Económicas en Madrid, los abandonó pronto pues ansiaba hacer dinero.
Tras reunir una notable fortuna con la compraventa de automóviles y solares, inició el negocio de la construcción, promocionando el complejo de “Los Ángeles de San Rafael”, que le reportó enormes beneficios, pero en junio de 1969 se derrumbó el techo de un comedor donde se celebraba una convención, con un balance de cincuenta y siete muertos.
A causa de esto, en junio de 1969 fue Juzgado y encarcelado por "homicidio involuntario" y posteriormente indultado, tras pagar 400 millones de pesetas de indemnizaciónes.
En junio de 1987 concurre a las elecciones a la presidencia del Atlético de Madrid resultado elegido, teniendo su mandato claros y sombras, pues el club ganó una Liga y tres Copas del Rey, pero también descendió a segunda división, donde no estaba desde el 1934, hasta que en 1999 un juez decretó la destitución de Gil, designando un administrador judicial para el club.
A partir de entonces, Gil vivió siempre al borde de la ley, convirtiéndose en asiduo de los juzgados donde llegó a tener hasta ochenta casos abiertos, y mientras sus negocios familiares crecían, él arremetía contra todo y contra todos, desde personajes de las altas finanzas, la política y o la judicatura, hasta sus correligionarios deportivos.
El 26 de mayo de 1991, crea su partido politice, el GIL, y consigue la mayoría absoluta en la alcaldía de Marbella, llegando incluso a presentar un programa de televisión, “Las noches de tal y tal”- título obtenido de una de sus muletillas más comunes - emitido desde Marbella.
Nada más estrenar alcaldía, se desató el caso de las “camisetas”, con el desvío de 450 millones de pesetas del ayuntamiento al Atlético de Madrid, por insertar publicidad de Marbella en su uniformidad deportiva, el cual le llevó a prisión en 1997, aunque solo estuvo tres días por problemas de salud.
En 1999 ingresó en prisión, por delitos de malversación pública y falsedad en documento siendo condenado a 28 años de inhabilitación, y por delito de prevaricación en el asunto del Atlético de Madrid, cuya presidencia dejó con una deuda deportiva de 270 millones de euros.
Falleció a causa de un infarto cerebral a la edad de 71 años, y tras su muerte, el Tribunal Supremo lo declaró culpable del “Caso Atlético” aunque lo absolvió por prescripción.
En cualquier caso, los años al frente de la alcaldía de Marbella, no dejaron a nadie indiferente ya que anunció proyectos faraónicos jamás realizados, pero a cambio controló la prostitución, adecentó las calles y con métodos expeditivos y populistas, eliminó la pequeña delincuencia.
Gil fue uno de los personajes más singulares y populares de su época, debido a su forma de hablar, salpicada de su particular argot al arremeter contra sus adversarios, siendo admirado por unos y despreciado por otros, y convirtiéndose en un personaje mediático por su habilidad para descalificar tanto a los rivales deportivos, como a políticos y jueces.
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