Tal día como hoy 14 de mayo de 1837, inicia la marcha la "Expedición real", capitaneada por el pretendiente carlista, que llegó a las puertas de Madrid.
Al fallecer Fernando VII en 1833 dejó sucesora al trono a su hija Isabel II y hubo levantamientos a favor del hermano del rey, Carlos María Isidro, para que ocupase el trono.
En abril de 1837, los carlistas con la moral muy alta, prepararon una expedición que se conoce como "Expedición Real" debido a que en ella participó el Pretendiente, cuya idea era marchar por Aragón a Cataluña, reforzar el ejército con los carlistas allí existentes, cruzar el Ebro y reunirse con la tropa de Cabrera en el Maestrazgo, tras lo cual dirigirse hacia Madrid y sentar en el trono al Pretendiente.
Pero los informes sobre Cataluña eran falsos, pues allí solo existían bandas aisladas de carlistas que no aportaron fuerza a la expedición y, tras atravesar el Ebro y obtener una nueva victoria sobre los isabelinos, la expedición marchó sin encontrar obstáculos hasta las puertas de Madrid.
La marcha se había iniciado el 15 de mayo de 1837, y enseguida se pusieron de manifiesto las graves carencias del ejército carlista, pues ni eran recibidos con alegría por las poblaciones que pasaban, ni la alimentación que recibían era suficiente, comenzando los soldados a tener que mendigar, que terminaría por convertirse en robo, pillaje y saqueo.
Tras un enfrentamiento muy reñido, los carlistas ocuparon Huesca, continuando su marcha hacia Cataluña tras obtener de la ciudad 18.000 duros, dejando abandonados a los heridos graves por carecer de ambulancias, que era otra de las carencias que padecía el ejército expedicionario,.
Los carlistas alcanzaron territorio catalán el día 8 de junio, y el 20 llegaron a la pequeña población de Sampedor, para aprovisionarse, pero sus habitantes no estaban dispuestos a someterse al saqueo y defendieron sus bienes, rechazando a tiros aquel día y durante el siguiente los ataques carlistas .
Según datos promedio de los diferentes autores, el ejército carlista, reunido ahora junto al Ebro, era de unos 18.000 hombres ligeramente superiores a las fuerzas isabelinas.
El día 12 de septiembre de 1837 llegaron a las puertas de Madrid, que no atacaron, convencidos de que los habitantes los acogerían con gran alegría y le abrirían las puertas y que al no realizarse lo que esperaban, desistieron de tomar la ciudad por la fuerza .
Iniciada la retirada hacia su territorio, que fue considerada por los soldados carlistas como una derrota, en los pueblos no se encontraban víveres y en los periódicos de aquellos días se leían noticias de localidades aisladas asaltadas por grupos carlistas que buscaban comida y dinero.
El Pretendiente, cruzó el Ebro el 24 de octubre con los restos de un ejército desorganizado y desmoralizado y pocos días después comenzaría la destitución de los militares más eminentes con los que contaba, iniciándose las desavenencias tanto militares como civiles, que habrían de facilitar la finalización de la guerra..
Dos años después, el 14 de septiembre de 1839 Carlos María Isidro, se exilió definitivamente en Francia.
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